sábado, 25 de agosto de 2012

Falsa felicidad

Llegas con el sol, con el calor, con un día de nervios y alcohol. Y aunque no estabas en plena potencia, claramente esa noche sentí tu presencia. Hasta la madrugada, pequeña luna encantada de la que nada esperaba y a la que sin dudar tornaba. Como siempre huyes, como siempre me acomodo en el ruido sordo acostumbrada ya a quedar abandonada. Y otra noche inesperada me sonríes como si nada, permaneces a mi lado más de lo acostumbrado. Y quizá por tonta me conformo. Sin aviso ni camelos te vas y me dejas por los suelos. Intento acomodarme, pero se me hace tarde. Y una noche vuelves hasta mi, recopilas todo lo que quiero, lo que siempre pedí, y yo sin evitarlo vuelvo a sonreir. Creo que algo he aprendido porque aunque te has acercado de tu mano no he andado, aunque quizá sea porque solo me das un respiro entre uno y otro tiro. No te pido que te quedes, solo que no me condenes. Vete con el sol y vuelve para quedarte o quedate en otra parte.

1 comentario: