miércoles, 23 de octubre de 2013

Hoy

Hoy, un día normal, un día cualquiera del que seguramente no me acordaré en unos días, no se convertirá en ninguna fecha importante en mi vida, pero hoy, justo hoy, es cuando no he decidido nada, cuando simplemente he divagado por mi mente, básicamente he pateado cada decisión que he tomado a lo largo de tantos días, algunos con fecha definida y otro tan olvidables como hoy. ¿Cuántas veces pienso en “si volviese atrás…”, pero no puedo hacerlo y de hecho si volviese atrás solo podrían pasar dos cosas: si vuelvo atrás sin saber lo que ocurrirá seguramente haré lo mismo que hice en su momento, y si regreso sabiendo lo que viene detrás seguramente desearía no saberlo porque esa acción puede que me haya traido muchas lagrimas, pero también sonrisas, ¿estoy dispuesta a sacrificar esas sonrisas? A olvidarlas…
Hoy, me he dado cuenta que vivo mi vida divagando entre lo que me gustaría y lo que no, pero no hago nada para conseguirlo. No soy más que una cobarde que juega a la vida sin tener claras las reglas y echando la culpa a los demás cada vez que pierde una partida. Hoy me odio por no saber depender de mi, por no ser autosuficiente, al mismo tiempo que me quiero por ser yo, porque nadie me va a cuidar como lo hago yo, a nadie le van a doler mis heridas como a mi.
Hoy, hago recuento de pequeñas cicatrices para recordar que los malos momentos se van, que estar feliz es solo una consecuencia de haber estado triste, que si hoy estoy llorando por las esquinas algún día de mañana estaré sonriendo en cada espacio abierto, que ese día si tendrá una fecha, que ese día sí que lo recordaré y ese día recordaré “hoy” como un día lejano.

Hoy, solo un día más de tantos en los que poco a poco aprendo a vivir, o simplemente no aprendo nada y solo dejo pasar el tiempo entre mis manos sin ser del todo consciente de que “hoy” no va a volver y que “si volviese atrás…” no es una posibilidad, que solo existe “si sigo adelante…”

jueves, 30 de mayo de 2013

Los versos de mi vida

Gorda
Vaca
Nadie te aguanta
Rancia
Foca
Nadie te quiere
Sosa
Fea
Ni nadie te querrá jamás
Inútil
Cerda
No sirves para nada
Pringada
Retaco

Siempre vas a estar sola

miércoles, 15 de mayo de 2013

Reseña La Emperatriz de los Etéreos


FICHA TECNICA
Nombre: La Emperatriz de los Etéreos
Autor: Laura Gallego García
Editorial: Alfaguara
Precio: 15,95 €
Género: Fantasía juvenil
Número de páginas: 305

SINOPSIS
Bipa no cree en los cuentos de hadas. No le interesa nada más allá de las cuevas donde vive su gente. En cambio, su amigo Aer, el hijo del extranjero, parece que cada vez se aleja más de la realidad y va dejándose absorber por el brillo de la estrella azul... donde dicen que vive la Emperatriz de los Etéreos. ¿Por qué quiere partir si en el exterior sólo hay hielo y, al parecer, lo único que se encuentra es la muerte?

OPINIÓN PERSONAL
Leí este libro conociendo ya la historia completa, porque una amiga que lo leyó antes (mucho antes) que yo me la contó de cabo a rabo, por eso he estado tanto tiempo sin decidirme a leerla, pensaba que conociendo ya todo lo que va a ocurrir me aburriría leyéndolo, pero nada más lejos de la realidad, he vuelto a enamorarme de las historias de Laura.
La Emperatriz de los Etéreos es una historia sencilla y complicada al mismo tiempo. Está ambientada en un mundo helado cuyo porqué se desvela en el libro. Parece ser una novela ambientada en un pasado remoto, cuando realmente lo está en un futuro “lejano”.
Bipa es la protagonista que suscita odios en mucha gente, por lo que he podido leer por ahí, pero a mi me ha gustado mucho, es una chica practica y pragmática, no piensa en fantasías, su mente se centra en hacer lo que debe hacer porque es lo que hay que hacer. Aer es todo lo contrario, un fantasioso empedernido, yo incluso diría loco.
Como no quiero hacer ningún spoiler de la historia no diré nada más, solo que merece mucho la pena leerla, aunque esté dedicado a un publico más bien infantil, yo a mis 20 años la he disfrutado como una enana.

Además hay algo curioso en el libro, es que el cambio de los Caminates sería expolable a la anorexia, quizá solo se imaginación mia, pero me parece una alegoría de la anorexia y su realidad.
PUNTUACIÓN
****

viernes, 3 de mayo de 2013

Socorro


Camino, solo camino, el mundo pasa a mi lado, pero no me mira. Las emociones me rozan, incluso algunas me atraviesan el alma, dejando tras de si el efímero recuerdo de un momento, acompañado de una herida infecta.
Mis pies descalzos pisan el suelo, un suelo que a veces quema y me hace correr, otra veces es frío y entumece mis movimientos, en ocasiones es casi vaporoso y me hace dudar a cada paso por miedo a perder pie y caer, también he andado por caminos de cristales rotos que me hacen cojear e ir rápido y despacio al mismo tiempo.
Mis manos rozan de vez en cuando las manos de otra gente, manos fuertes que se aferran a mi o manos débiles que no tienen el más mínimo interés es mantenerme cerca. Manos suaves que me reconfortan y manos ásperas que solo sirven para irritarme la piel.
Mis ojos ven como el resto de gente que camina a mi lado ríen, disfrutan, y juntan sus manos con otras personas. También ven a gente sufrir y llorar o incluso desaparecer en medio del camino y hacer llorar a las personas que tenían sus manos cogidas.
Quiero convertir mi sangre en agua, mi piel en escarcha y mis huesos en cristal, quiero que mis pensamientos sean aire. No quiero que toquen mis manos, quiero que mi suelo sea constante y sin miedos, quiero cegar mis ojos y segar mis sentimientos. Quiero la apatía perpetua, quiero la insensibilidad infinita y quiero la dureza de una roca.
Pero sangro demasiado, el más mínimo roce abre mi piel. Mis ojos solo dejan de ver cuando se abniegan en agua salada, sal que hace escocer mis heridas pero que en cierto modo me ayuda a sanarlas. Mis manos se aferran a todo mi alrededor, y aunque agarren con fuerza siempre acaban soltando cuando no tiene sentido hacer el esfuerzo.

Quisiera cambiar tantas cosas... que lo único que se decir es socorro.

sábado, 20 de abril de 2013

Infinito

Un día miré al infinito y vi el final, no quise creerlo, siempre me dijeron que eso era imposible. Pero entonces miré al imposible y vi la posibilidad.
¿Quien está equivocado? ¿Son mis ojos los que me engañan o es el mundo quien pretende que no vea?
Quizá nunca tenga las respuestas pero a lo mejor con el tiempo me olvido de las preguntas y puedo sonreír con total convencimiento de que lo que no veo es real.
Un día miré la felicidad y encontré tristeza, no quise creerlo, siempre me dijeron que eso era imposible. Pero entonces miré al imposible y vi la posibilidad.
¿Quien está equivocado? ¿Son mis ojos los que me engañan o es el mundo quien pretende que no vea?
Quizá nunca vea a nadie totalmente feliz, y solo consiga ver gente hundida en el más intenso dolor.
Un día miré mis ojos para preguntarles porqué me engañaban, ellos me dijeron que no me mienten, que solo veo lo que quiero ver, no quise creerlo, siempre me dijeron que eso era imposible. Pero entonces miré al imposible y vi la posibilidad.
¿Quien está equivocado?
Entonces comprendí que era yo la equivocada, que me auto engaño, que las respuestas no existen, que las preguntas son todas mentira.
Que es muy fácil estar triste y pensar que estás en un bucle infinito de imposibilidades para ser feliz. Que lo difícil es sonreír al ver el final y la posibilidad de sonreír de verdad.
No dejes de llorar, no dejes de estar triste, no merece la pena. Pero nunca dejes de sonreír entre lágrimas y dolor, porque eso será el primer paso para enfrentarte al infinito.

Porque un día miré al infinito y vi el final.

jueves, 11 de abril de 2013

Tu y yo


¿Y si te propongo un plan? Tu decides cuando, estaré dispuesta en cualquier momento, también puedes decidir el lugar, no me importa el sitio. Te dejo que lo elijas todo, yo solo pongo cuatro requisitos.

Tu, yo, tacones de aguja y ropa interior.


Piensalo.

martes, 29 de enero de 2013

Hoy me niego a torear.

Hacer recuerdo de tu vida, de lo que ha pasado, de lo que está pasando, y ver que nada va a cambiar. No poder plantearte un futuro mejor. Saber que tienes que coger al toro por los cuernos, pero sin ver ningún cuerno al que aferrarte para salir de esa envestida que te da el toro una y otra vez, saber que solo vas a poder cogerlo por los cuernos cuando tengas uno dentro del estomago. Me aferro a cerrar los ojos y hacer que todo va bien, todo el mundo que me ve piensa que soy la persona más feliz del mundo, que no me importa lo que me digan. Incluso hay días que realmente me creo que es verdad. Pero en uno de esos momentos en los que creo que soy feliz, abro los ojos y me encuentro que todo sigue igual, que el toro sigue ahí y que yo sigo sin mi capote aunque sea para despistarlo. Estoy sola, mirándolo cara a cara, esperando a que por fín consiga lo que quiere, esperando a que me alcance y me destroce del todo. Pero no. No se coger cuernos, pero se aferrarme a un clavo ardiendo con tal de seguir luchando contra nada, de seguir indignada con mi mundo. Quiero tener a alguien a quien echarle la culpa de todo. Pero estoy sola. El publico grita a mi alrededor queriendo que esta corrida termine, no se lo que gritan, solo creo que quieren verme caer, y por ahora no estoy dispuesta, volveré a cerrar los ojos y me imaginaré tranquila en mi cama, como hago siempre. Algún día estaré preparada y podré abrir lo ojos y tendré un capote, tendré una espada, y tendré mi traje de luces para deslumbrar a todos aquellos que gritaban para que el toro pudiese conmigo. Algún día entraré a matar y saldré por la puerta grande.

Ese día no es hoy. Hoy tengo los ojos cerrados escuchando los gritos y la respiración del animal. Hoy me caen dos lagrimas que mojan la arena. Hoy me limito a quedarme quieta. Hoy solo soy capaz de notar las pequeñas heridas que sangran y recordar aquellas de las que aun queda la cicatriz. Hoy colmo mis defectos. Hoy me odio por dejar que juegen conmigo. Pero sobre todo hoy entre lagrimas y sangre tengo claro que puedo salir del ruedo con las dos orejas y el rabo.